Este Simposio internacional versa sobre las sinergias del proyecto pedagógico de José Ortega y Gasset (1883-1955) con las aportaciones que al campo de la educación se han realizado por parte de los miembros de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) y posteriormente por parte de los integrantes de la denominada Escuela de Madrid durante los años de la II República, tratando de mostrar la actualidad de sus propuestas para una educación del siglo XXI. Se reúnen a profesores e investigadores, algunos de otros países, expertos todos ellos en la obra de Ortega. En la acción y la teoría pedagógica del filósofo español encontramos resonancias de diferentes autores, movimientos o escuelas. De entre estas influencias destaca la que ejerció la Institución Libre de Enseñanza (ILE) creada por Francisco Giner de los Ríos en 1876, que fue unos de los principales referentes en la propuesta pedagógica de Ortega, aunque también influyó aquel en otros autores miembros tanto de la denominada Generación del 14, generación ilustrada que Ortega lideró, como también de la Generación del 98 (Unamuno o Ramiro de Maeztu), a los que el filósofo también se aproximó. Todos ellos reciben el influjo de la Institución Libre de Enseñanza (1876), que destaca por su vertiente educativa o pedagógica. Las ideas pedagógicas institucionistas vehiculan el pensamiento pedagógico de Ortega. Este, a través de su magisterio, primero como catedrático de Escuela y muy poco después de universidad, trasladó sus ideas o propuestas pedagógicas a sus discípulos, muchos de los cuales formaron parte de la Escuela de Madrid en los años de II República. A ellos Ortega les transmitió la idea de que la Universidad es el símbolo de toda esencial pedagogía y de toda acción intelectual, así como “es hoy el instrumento incomparable para la labranza de pueblos”. El gran esfuerzo intelectual, la enorme vocación pedagógica y la persistente acción reformadora de hombres como José Ortega y Gasset, Manuel García Morente, Xavier Zubiri, Luis Recasesn Siches y José Gaos, entre otros, hizo escuela. La expresión Escuela de Madrid, como indican José Luis Abellán y Tomás Mallo, ha sido empleada en diversas ocasiones para designar la influencia de José Ortega y Gasset y de su pensamiento en un gran número de pensadores. La expresión “Escuela” se utiliza en un sentido amplio y general, muy alejado, como dicen aquellos dos, de la acepción estrictamente escolástica que en filosofía se suele atribuir a la expresión “escuela”. Entendemos aquí por “escuela”, la inspiración en una misma orientación doctrinal y el seguimiento de la metodología inspirada en ella. De acuerda con esta definición podemos hablar, así lo hacen los profesores Abellán y Mallo, de Escuela de Madrid, cuya existencia se reduce a los años de la II República (1933-36). Los integrantes de la “Escuela de Madrid” comulgaban en una misma orientación doctrinal y entre aquellos podemos citar a los siguientes: Manuel García Morente, Xavier Zubiri y José Gaos, María Zambrano, Julián Marías, Luis Recasens Siches, José L. López Aranguren y Pedro Laín Entralgo, Manuel Granell, Luis Rodríguez Huéscar, Paulino Garagorri. Todos ellos tienen como punto de partida el pensamiento de Ortega y su vocación pedagógica que no podemos desvincular de su vocación intelectual o filosófica en pro de la reforma intelectual y moral de la sociedad. Ello no significa, como dice Ferrater Mora, que la expresión “Escuela de Madrid” sea idéntica a las expresiones “orteguismo” o “filosofía de Ortega” Es posible considerar como pertenecientes a la Escuela a pensadores cuyas doctrinas filosóficas, en muchos puntos decisivos son, como dice aquel, distintas a las propuestas por Ortega. Lo importante es el “haber participado en el movimiento de renovación filosófica impulsado por Ortega y Gasset” y haber mantenido, con éste, la necesidad de que el pensamiento filosófico producido en España esté, según la conocida expresión del filósofo español, “a la altura de los tiempos”. Lo que nos interesa en este simposio es estudiar la aportación de los miembros de la denominada Escuela de Madrid y la vigencia de sus propuestas en este siglo XXI en el campo pedagógico o educativa, toda vez que la Escuela de Madrid, es, en gran medida, un producto del proceso de renovación e innovación educativa llevado a cabo durante la segunda República.