La ponencia presenta la metodología de enseñanza-aprendizaje para el análisis e intervención social en contextos comunitarios centrado en un modelo de desarrollo local estratégico, integral y sostenible. Se pretende presentar y discutir la metodología de enseñanza-aprendizaje empleada en el marco de las prácticas en contextos reales de la asignatura de Trabajo Social con Comunidades en el Grado de Trabajo Social. La ponencia presentará la metodología, objetivos, técnicas y sistema de evaluación de las competencias y habilidades profesionales vinculadas con la asignatura de Trabajo Social con comunidades, basada en un proceso de investigación–acción participativa en barrios y zonas vulnerables. Así mismo, se presentarán los “portafolios” que facilitan el auto-seguimiento/evaluación. El análisis e intervención social en contextos comunitarios se orienta a construir respuestas colectivas integrales y responsables a las necesidades, problemas y aspiraciones de la comunidad, con sus dificultades y oportunidades, desde un enfoque estratégico y participativo y en concordancia con un marco teórico-conceptual y metodológico claro y explicito. Una metodología que apuesta por el cambio social sostenible a través de la investigación acción participativa de los actores implicados en particular y de la ciudadanía en general, partiendo de las necesidades sentidas, donde los profesionales participantes adoptan múltiples roles para adaptarse a los ritmos y rostros: defensor, mediador, coordinador, planificador, motivador, etc, Una versatilidad necesaria para interactuar con una comunidad compleja, donde los profesionales deben “equiparse” de un discurso integrado e integrador de las características y dinámicas de la población, los grupos y los momentos; a la vez que con técnicas y habilidades innovadoras que puedan contribuir a construir caminos que, con la lógica participativa, se encuentran sin prescribir y que requieren ser competentes en el caos del complejo universo relacional.

La ponencia aporta una reflexión sobre la formación en investigación en el Grado de Trabajo Social en la Universidad Rovira i Virgili. Analizamos la experiencia de más de doce años y observamos que el enfoque está centrado en la enseñanza “que queremos enseñar”; vemos la planificación de tres asignaturas con objetivos y contenidos bien planteados, pero que los estudiantes resuelven de forma separada, formulan investigación sobre temáticas diferentes, no profundizan y no perciben la conexión entre ellas; no hay relación entre líneas de investigación de docentes y los trabajos que dirigen. Nos planteamos un enfoque basado en el aprendizaje “que queremos que aprendan”, en el proceso de la investigación pero también en el impacto de la misma, para el estudiante “que he aprendido”, y para la sociedad “en que he contribuido”. Una estrategia global de formación a partir de un itinerario de investigación del estudiante sostenido a lo largo de sus estudios, vinculando las diferentes asignaturas y líneas de investigación de docentes. Poner el valor el impacto social y la reflexividad sobre la experiencia de investigación del estudiante. Este planteamiento exige observar las implicaciones organizativas, los contenidos y los procesos de evaluación transversal. El actual sistema universitario actual no facilita sistemas de docencia compartidos, por lo que el principal reto es como organizar la docencia contemplado la "materia" y las competencias y no la "asignatura", considerar el conocimiento holístico y no "la área de conocimiento" que imparte la asignatura. Se pone en evidencia que la principal dificultad es estructural del sistema universitario: la organización de la docencia, el escaso reconocimiento de metodologías activas que exigen del profesorado una dedicación y motivación, sistemas de evaluación centrados en adquisición de conocimientos y escasa atención a procesos de aprendizaje, escaso encaje entre líneas de investigación y la formación en investigación del alumnado.

Esta ponencia, presenta una síntesis de una experiencia educativa desarrollada durante el curso 2021-22 que centró el trabajo en el uso del genograma familiar en distintas etapas del ciclo vital del estudiante, como herramienta para el conocimiento de uno mismo y el desarrollo profesional. El proceso de desarrollo profesional está unido a uno de los componentes claves en la profesión: la dimensión humana, relacionada con la capacidad de conocerse a sí mismo y de utilizar ese conocimiento para relacionarse de manera satisfactoria con las demás personas. Ese conocimiento de uno mismo, se vuelve imprescindible, cuando el profesional, en este caso, el estudiante, ha de adquirir la capacidad de saber comunicarse eficazmente para poder ayudar al otro, a través de acompañar, prestar atención, empatizar, escuchar, valorar a la persona, reconocerla y comprenderla en su contexto. Esta estrategia didáctica buscó situar al estudiante ante un aprendizaje significativo a través de una mirada que le permitiera descubrir cómo los acontecimientos vividos en su sistema familiar, las relaciones y las emociones compartidas han condicionado su forma de ser y estar en el mundo. Analizando las conexiones de su historia familiar con la elección de la profesión. Este, trabajo muestra el proceso y resultados obtenidos, aportando evidencias empíricas sobre la percepción del alumnado acerca de esta herramienta y sus aplicaciones. La evaluación de la experiencia confirma la implicación del alumnado en este tipo de trabajos valorándola positivamente y motivadora, señalan la cercanía y acompañamiento de la docente como eje del proceso realizado. La concienciación de que cada persona, con la que inicien la relación de ayuda profesional, estará inmersa en una realidad distinta marcada por sus vivencias, patrones de comportamientos, actitudes, valores, roles, relaciones, aprendidos en su sistema familiar y la necesidad de conocerse a uno mismo para poder construir una alianza de ayuda profesional

La reflexión de la práctica profesional se concibe como elemento fundamental del ejercicio y la producción de conocimiento en las Ciencias Sociales. Para el Trabajo Social, en particular, la reflexión del quehacer favorece la innovación y otorga oportunidades de desarrollo disciplinar, toda vez que, a partir del ejercicio reflexivo, es posible visibilizar hechos significativos o eventos críticos de la intervención social, que dan paso a mejoras metodológicas y técnicas, como a la generación de nuevas perspectivas teóricas que nutren y profundizan el quehacer profesional. Es importante señalar, que los hechos inesperados pueden también generar inmovilidad en los profesionales, por tanto, el disponer de espacios para la reflexión y el análisis crítico de la práctica profesional, favorece la identificación de nuevas rutas para la intervención social. En este marco, las Mentorías desarrolladas en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de las Américas de Chile, se constituye en una experiencia de acompañamiento formativo, en el que titulados de la carrera se vinculan con los estudiantes de los últimos años de formación, estableciendo una conexión basada en la reflexión de las prácticas. La mentoría es un proceso de desarrollo personal y profesional, donde actúan dos intervinientes. En primer lugar, está el mentor, quien tiene vasta experiencia en un ámbito en particular, encargándose de enseñar, aconsejar, guiar y ayudar al segundo actor, el mentorado (a), buscando su íntegro crecimiento tanto personal como profesional. A la base de esta conexión, se ubica la práctica reflexiva, que busca el establecimiento de un enorme desafío para la actuación profesional. La presente ponencia, explora y aborda los hallazgos recopilados en la experiencia de Mentorías, desde los ajustes, descubrimientos e innovaciones, que se generaron en el acompañamiento formativo desarrollado entre mentores y mentorados, y la relevancia de esta experiencia para la formación y el ejercicio profesional.

La formación transdisciplinar busca la fusión de conocimientos tanto académicos con aquellos que están en las distintas comunidades y/o territorios -o sea fuera del ámbito académico- con el debido involucramiento de estos actores sociales. De esta manera se amalgaman diversas formas de entender la realidad compleja, con tal de establecer las bases de conocimiento e intervención para la creación e implementación de políticas públicas de sistemas socio-ecológicos hacia estados de desarrollo con menor vulnerabilidad y mayor resiliencia. Uno de los elementos que se utiliza para criticar el desarrollo desigual del caso Chileno, que soporta gran parte de la vulnerabilidad de la población y que busca potenciar resiliencias, es el centralismo que ha caracterizado a nuestro país, pues se le identifica como una de las causas de las desigualdades territoriales donde el crecimiento económico y sus beneficios se instalan a la vez como un potenciador desigual de acceso y desarrollo del conocimiento científico, la educación -en todos sus niveles- la salud y servicios sociales, por nombrar algunos ejes que se encuentran en la base de la desigualdad territorial. Es por ello que para el Trabajo Social es un desafío poner esta situación en cuestión en la formación académica, pues los trabajadores y las trabajadoras sociales son el primer eslabón entre las prestaciones del Estado y las afectaciones de la población. Ante ello, la formación transdisciplinaria que incluye el Trabajo Social descansa en un proceso a través del cual se concibe, ordena, dirige y vincula la investigación científica y por ende la intervención social de manera plural, pragmática e incluyente. Estos factores de desigualdad analizados y vinculados interdisciplinariamente se han de conectar con la formación y la necesidad de integración para la creación como para la implementación de políticas públicas.

El tránsito de la disciplina de Trabajo Social desde la práctica profesional al contexto académico, es una nota especialmente definitoria en los inicios de la misma. Dos ámbitos que necesariamente han de dialogar en la construcción, enriquecimiento y evolución de la profesión. Se presenta una experiencia de interconexión mutua en la que se consigue definir un contexto de confluencia entre la Universidad de Almería y la práctica profesional a través de la colaboración con el Colegio Profesional de la provincia. Mediante esta colaboración se permite al alumnado mantener un contacto, desde el comienzo mismo de su formación, con colegas con una dilatada trayectoria; también acercarse a la experiencia de profesionales que se han graduado recientemente y pueden trasmitir una aproximación más cercana respecto al contexto que encontrarán al concluir el grado. Además, se le ofrecen posibilidades de completar su currículum académico a través de la participación en actividades organizadas desde la corporación en la que la interacción con profesionales en ejercicio complementa la formación teórico-práctica recibida en las aulas, y se facilitan a los futuros egresados un conocimiento cercano y real de las diferentes opciones de inserción en el mercado de trabajo, de tal suerte que facilitan su elección y definición del itinerario formativo a seguir . Por su parte, la práctica profesional también se ve enriquecida por la participación en la vida académica y el contacto con las nuevas generaciones, que obligan a reciclar los conocimientos ya adquiridos, implicarse desde una perspectiva más consciente en la formación de las nuevas profesionales y poner en valor su propio conocimiento a través de la transmisión del mismo. Y en este intercambio, se permite identificar oportunidades de mejora, lo que permite establecer estrategias para materializarlas.