La inteligencia colectiva como nueva metodología de aprendizaje
La inteligencia colectiva es identificada como un factor que emerge de la capacidad grupal para generar respuestas de calidad ante tareas complejas que, cooperativa e individualmente no podrían realizarse o cuyo resultado sería de una calidad inferior. Inicialmente, la inteligencia colectiva fue detectada cuando se analizó el rendimiento de 192 grupos de entre 2 y 5 personas que se enfrentaron a diversos problemas que iban desde problemas matemáticos a dilemas morales. Así, en su conjunto, el rendimiento y las respuestas de los 192 grupos fue muy superior en comparación con el trabajo cooperativo e individual de todos ellos.
A partir de este experimento llevado a cabo por Woolley et al. (2010) en el MIT, se han realizado distintas réplicas llevadas a cabo por diversos equipos de investigación, determinando que la aparición de esta Inteligencia Colectiva no es tan sencilla que ocurra, ya que son muchos los factores y variables a tener en cuenta para que surja. Estos factores son el modelo de interacción necesario para que se genere (“Top-down”) y las características de los participantes (“Bottom-up”). Sin embargo, la verdadera dificultad reside en controlar las variables que los moderan para que la Inteligencia Colectiva y, por tanto, las respuestas de calidad ante la tarea, puedan surgir.
Finalmente, se discuten las implicaciones del uso de la Inteligencia Colectiva dentro del ámbito educativo gracias a la creación de la herramienta on-line basada en este constructo, Think Hub, creada por el Instituto de Biocomputación y Física de Sistema Complejos (BIFI) y la empresa Kampal Data Solutions, estableciendo así un potente modelo de interacción que, junto al control del resto de variables, favorezca la aparición de la Inteligencia Colectiva y genere un aprendizaje significativo en aquellos alumnos que la utilicen.