Introducción: El Grado de Antropología Social y Cultural de la UAB es uno de los pocos en España que cuenta específicamente con una secuencia metodológico-técnica de asignaturas para la enseñanza de la investigación etnográfica. La secuencia está conformada por las siguientes materias: Prácticas de Campo I, Epistemología y Métodos, Técnicas de investigación, Recursos Instrumentales, y Prácticas de Campo II. Tiene ya un largo recorrido desde su planteamiento para la Licenciatura previa (años 90) y actualmente sirve de base para la realización del TFG. Objetivos: El objetivo principal es analizar evaluativamente los puntos fuertes y débiles del diseño y la práctica de la secuencia metodológico-técnica tanto desde la perspectiva de la planificación de contenidos, actividades y sistemas de evaluación, como desde la práctica y experiencia en la realización de las asignaturas, integrando el feedback del alumnado. Método: El principal método de investigación empleado ha sido precisamente el etnográfico, aplicando observación participante durante las clases impartidas en las diferentes asignaturas de la secuencia, de forma holística y comparada. Resultados: Los resultados muestran como principal punto fuerte de la secuencia la dimensión eminentemente experiencial, favoreciendo la familiarización con un contexto etnográfico que haga posible el descubrimiento y la formulación de problemas de investigación pertinentes y adaptados a ese contexto, así como el aprendizaje aplicado de las técnicas de investigación cualitativa. Como principal punto débil está la coordinación entre las diferentes asignaturas y el equilibrio de los contenidos y actividades entre ellas, aspectos mejorables. Discusión/Conclusión: La secuencia metodológico-técnica de asignaturas de investigación etnográfica del Departamento de Antropología de la UAB ha demostrado su solvencia y solidez en la formación de investigadores, si bien hay aspectos mejorables derivados de la propia fragmentación en asignaturas impartidas por diferentes profesores (la mayoría no estables), así como de la falta de momentos y espacios para la coordinación.

Las asignaturas que se enmarcan dentro de la secuencia metodológico-técnica del plan de estudios del grado en Antropología Social y Cultural están pensadas para que el alumnado se sumerja en un proceso de aprendizaje que es llevado a cabo desde diferentes asignaturas, donde adquieren las competencias necesarias para diseñar y realizar un ejercicio de investigación sólido, coherente y viable, que se plasma en el TFG. Esta secuencia a lo largo de los años ha demostrado ser sumamente eficaz. En un comienzo la secuencia es vista para el alumnado como abstracta, demasiado grande, como una especie de laberinto que no se sabe muy bien cómo abordar. En este sentido, el trabajo docente es fundamental, y medida que van comprendiendo y avanzando en las etapas de la secuencia, hay un momento en que se genera un cambio trascendente, que le genera seguridad y entusiasmo, un crecimiento que nos abraza, ya que significa que el engranaje secuencial funciona y que la labor docente se está realizado exitosamente. Más allá de la secuencia, actualmente hay una realidad que nos está atravesando desde hace más de una década: problemas que provienen de la crisis socioeconómica que se inició hacia 2008 y de la pandemia de COVID 19 iniciada en 2020. Son problemas nuevos, complejos y grandes, con los que el equipo docente tiene un plus extraordinario de trabajo, ya que todos y cada uno de los problemas del alumnado representan grandes retos que no son solo académicos, por lo que se deben buscar soluciones que necesitan un análisis de caso y tratamiento personalizado. Así, el equipo docente con sus conocimientos, sus herramientas, sus competencias, sus propios problemas y miedos, enfrentan y buscar soluciones a nuevos retos, sin perder de vista que deben, a su vez, garantizar la excelencia académica.

La propuesta que se expone es producto de mi propia experiencia educativa como profesor, junto al entrecruzamiento de una serie de debates, perspectivas y herramientas epistemológicas, teóricas, conceptuales, metodológicas y ético políticas. Se trata de enriquecer, en última instancia, la mirada socio-antropológica que desarrolla el grupo de estudiantes dentro de su itinerario formativo como futuras y futuros profesionales de la educación social, el trabajo social, la pedagogía, el magisterio, la docencia y otros oficios del ámbito de lo social y lo educativo. Para ello se proponen tres planos que exploratoriamente ampliaran y profundizaran la mirada cualitativa de las y los estudiantes: a) el extrañamiento como vivencia que nos exige volver a escuchar, observar, pensar y narrar, b) la investigación como problematización artesanal, cooperación y aprendizaje activo y c) el acuerpamiento, la afectación y la antropología encarnada (auto-etnografía y encarnación conflictual, relacional, resistente y comprometida) como práctica contextual y ético política. Consecuentemente, y definidos los objetivos a partir de los tres planos expuestos, se elabora una estrategia y metodología didáctica, flexible y abierta, con un conjunto de actividades y recursos, así como un sistema de evaluación, con el fin de conseguir los propósitos establecidos. No obviando en el diseño los potenciales obstáculos, las dificultades, las lógicas y las relaciones sociales dentro del campo escolar de la universidad y sus entramados.