Actualmente, la educación universitaria tiene como reto primordial la preparación del estudiantado para que pueda enfrentarse de manera eficaz a los problemas complejos que le surjan en el ámbito profesional y personal. A tal efecto, la Comisión Europea propone un modelo de enseñanza-aprendizaje basado en competencias que proporcione al alumnado la adquisición de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades necesarias para el logro de estos fines. Consecuentemente, estas competencias comprenden elementos de naturaleza práctica, cognitiva y socioemocionales. Al contextualizar nuestro estudio en las competencias transversales correspondientes a la enseñanza del Derecho del Trabajo en el Grado de Ciencias Gastronómicas y Gestión Hotelera, lo abordaremos de forma integrada y no de manera adicional o complementaria. Así, al realizar un tratamiento integrado en el currículo, estamos adoptando un modelo docente que facilitará la integración del alumnado en el mercado laboral y, a la vez, en la propia sociedad. Destacándose de nuestra práctica docente dos grupos diferentes de competencias transversales: de una parte, aquellas destinadas al desarrollo de las habilidades comunicativas, de gestión y de resolución de problemas; y, de otra, las relativas al desarrollo del pensamiento creativo y analítico, toma de decisiones, gestión de conflictos y trabajo en equipo. Respecto a la evaluación de las competencias transversales propuestas, es un requisito esencial la participación activa e implicación del alumnado, implementándose un sistema de evaluación continua que sitúa al estudiante como el principal protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En esta ponencia presentada al simposio titulado “El desarrollo de las competencias transversales en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales” del “IV Congreso Internacional de Innovación Docente e Investigación en Educación Superior: Retos de la actualización en la enseñanza de las Áreas de Conocimiento”, se analizará la actual relevancia de las “Soft skills” (habilidades o competencias blandas, últimamente denominadas “People skills”) y de las “Hard skills” (habilidades o competencias duras o técnicas) en el proceso de enseñanza (por parte del profesorado) y de aprendizaje (por parte del alumnado) de las Ciencias Jurídicas, concretamente, a la hora de explicar la compleja y densa asignatura obligatoria “Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social” impartida en diversos grados universitarios y, muy especialmente, en el Grado en Derecho. Para ello, se expondrá en qué consisten ambas habilidades y cómo ha ido evolucionando su contenido con el paso del tiempo hasta llegar a la situación que corresponde en el momento actual. Lo anterior, con la finalidad de ayudar a que los futuros egresados se adapten cuanto antes y de la mejor manera posible a las nuevas exigencias del presente precario a la par que competitivo mercado de trabajo español.

La presente ponencia que se presenta al simposio lleva por título “La importancia de las TIC para la adquisición de competencias por parte del alumnado de la rama de conocimiento de ciencias sociales y jurídicas”. En este sentido, se plantea un trabajo donde se verá que, en un entorno tan complejo e incierto como el actual, es muy importante que el estudiantado universitario de la rama de ciencias sociales y jurídicas cuente con unos conocimientos básicos de informática y otros específicos del perfil profesional que se pretende desempeñar. Por ello, este trabajo pretende hacer hincapié en la necesidad de dotar a este tipo de alumnado de unos conocimientos suficientes de informática relativos al ámbito de sus estudios con la finalidad de mejorar su desarrollo académico y profesional. En primer lugar, se realizará una breve aproximación a las TIC. En segundo lugar, se abordará la importancia de la formación en las TIC para el desarrollo académico y profesional del alumnado del ámbito de las ciencias jurídicas y sociales. En tercer lugar, se analizará la aplicación de las TIC a diversos ámbitos académicos, prestando atención al caso particular de la Universidad de Málaga. Por último, se concluirá la presentación con unas breves reflexiones.

El actual mercado laboral demanda profesionales con titulación universitaria que hayan adquirido, a lo largo de su formación superior, competencias tanto de naturaleza específica como transversal. Asimismo, el estudiantado, conocedor de los requisitos para incorporarse al mundo laboral, exige una formación universitaria integral que le capacite para el desarrollo de carreras profesionales en trabajos de muy diversa índole. De conformidad con numerosos estudios sobre esta materia, son precisamente las competencias transversales o “soft skills” (como el liderazgo, el pensamiento analítico, la creatividad, la resiliencia, etc.) las que van a permitir a los futuros egresados universitarios una mejor incorporación al mercado de trabajo y el posterior reciclaje a lo largo de su vida laboral y profesional. El objetivo del presente estudio (que se aporta como ponencia en el presente simposio) consiste en analizar cómo la cultura del cine influye sobre la visión que el estudiantado universitario tiene de las habilidades transversales necesarias para ser profesionales exitosos en el ámbito de las Ciencias Económicas y Empresariales. Esta influencia puede resultar relevante en la creación de las expectativas de formación que el alumnado espera recibir a lo largo de sus estudios superiores y, por ende, en la percepción de la calidad de la docencia universitaria.

La crisis originada por el COVID-19 ha tenido un gran impacto en los sistemas educativos, propiciando que el e-learning se consolide como una nueva forma de enseñanza. Durante la pandemia, el e-learning ha sido utilizado internacionalmente como una forma alternativa de aprendizaje, en lugar del aprendizaje tradicional en el aula (Fawaz y Samaha, 2020). Los cierres de las instituciones educativas debido al brote de COVID-19 han tenido una incidencia sin precedentes en la educación (Kapasia et al., 2020). El e-learning pone de manifiesto que la educación está viva y que se adapta ipso facto a las necesidades y desafíos actuales. En este contexto, numerosos estudios ponen de manifiesto la importancia de las tecnologías como principales herramientas garantes de los procesos de enseñanza y aprendizaje a distancia. Sin embargo, existen todavía numerosas brechas a superar para que tales procesos sean totalmente efectivos, por un lado, la desigualdad económica genera una brecha digital entre el alumnado en lo relativo a la adquisición de competencias digitales y al uso de las TIC, dando lugar a diferentes ritmos en el aprendizaje del alumnado (Bacher-Hicks et al., 2020); y, por otro lado, es probable que el impacto del COVID-19 incremente ese gap digital, exacerbándose así las disparidades socioeconómicas en la educación (Aucejo et. al, 2020).