La filosofía de educación nos ofrece un ámbito adecuado para reflexionar sobre qué significar educar en el nivel universitario, qué aspectos queremos promover en los estudiantes y finalmente qué características deben desarrollar los profesores para alcanzar esa finalidad. El fomento de los conocimientos y habilidades académicas puede ser uno de los objetivos fundamentales de la enseñanza. Sin embargo, la enseñanza de una determinada disciplina o área de conocimiento va más allá de la trasmisión de conocimientos y la adquisición de habilidades. La creciente atención que se presta al aprendizaje social y emocional también pone de manifiesto que los objetivos que persigue la enseñanza no son meramente académicos. En este sentido, la educación debe asumir cada vez más el reto de preparar personas que contribuyan a construir una sociedad más justa, pacífica e inclusiva. Dicho propósito exige poner en el centro de la teoría educativa al estudiante como buscador de conocimiento y promover el desarrollo de disposiciones intelectuales y éticas. Es decir, que para que los estudiantes se conviertan en buenos pensadores, es necesario que crezcan en rasgos como la curiosidad, la apertura mental, el esfuerzo y firmeza intelectuales. En este sentido es fundamental que los profesores reflexionen sobre la finalidad de su enseñanza, más allá de la realidad que enfrenta cada día en el aula llena de limitaciones y los desafíos. Baehr (2021) afirma que conectar este ideal con las prácticas de enseñanza puede tener un efecto sustancial y revitalizante del rol docente. Al mismo tiempo que permite a los profesores descubrir el impacto significativo que nuestro modo de enseñar en el desarrollo del carácter intelectual de nuestros estudiantes. Este simposio presenta, desde una perspectiva filosófica, los estudios que consideran el desarrollo de las virtudes intelectuales en relación al pensamiento crítico, el bienestar intelectual, la comprensión conjunta, el cultivo del carácter intelectual del investigador interdisciplinar. Al mismo tiempo, busca reflexionar sobre las implicaciones y aportes de las virtudes intelectuales para la enseñanza, la investigación en la universidad y la formación de los profesores.