Las Ciencias Sociales constituyen una herramienta fundamental para construir la Cultura de la Paz de manera sostenible. Por ello en este estudio de casos realizado con docentes de la Facultat de Magisteri de la Universitat de València trataremos de sintetizar una serie de claves educativas para abordar la formación docente, desde la Didáctica de las Ciencias Sociales, por su contribución al ámbito de la convivencia, la resolución de conflictos y la mediación en el marco de la Agenda 2030. Para ello abordaremos las experiencias innovadoras relacionadas con la utilización de las representaciones sociales aplicadas a la convivencia pacífica y la mediación en el marco de Cátedra Unesco y el Postgrado Diploma de Formación de Mediadores en Contextos Educativos: La Mediación en la Escuela y en la Red. Los principales resultados obtenidos, tras el uso de las Ciencias Sociales en la formación docente, permiten plantear las siguientes claves transformadoras: La necesidad de analizar las representaciones sociales para fomentar la percepción crítica de la realidad. La utilización de la Educación Emocional para generar la vinculación personal con la mejora del mundo. La construcción de la ciudadanía planetaria mediante procesos de glocalización para deconstruir y construir nuevas identidades locales, regionales y globales. La reconstrucción de identidades/alteridades mediante prácticas interculturales para promover el respeto por la diversidad cultural desde la coeducación. El fomento de la participación activa para posibilitar que las acciones sostenibles y de resolución pacífica de los conflictos surjan desde el compromiso personal. La pertinencia de aplicar la visión globalizada e interdisciplinar para generar un enfoque holístico integrador de la Cultura de la Paz y la Cultura de la Sostenibilidad. En este sentido las Ciencias Sociales para la Paz Sostenible sirven para humanizar la educación desde la vinculación emocional con el entorno local y global.

Según la encuesta nacional sobre sexualidad y anticoncepción entre jóvenes españoles (16-25 años) la edad media del inicio de las relaciones cada vez se inicia antes (16.4 años), siendo esta primera relación bastante más satisfactoria para los chicos que para las chicas. Ambos confiesan que, aunque les gustaría recibir información sobre sexualidad de profesores y profesionales, las amistades e internet siguen siendo las principales fuentes de información. Una información muchas veces sesgada y poco verídica que empuja a iniciar unas relaciones en las que los roles de poder en las que se muestra una sexualidad violenta, desigual y que suele reforzar actitudes de dominancia masculina y un rol secundario de sumisión para las chicas. Esto está principalmente presente en la pornografía, que consume 7 de cada 10 menores (mucho de ellos de unos 12 años de media). Todo ello pone de manifiesto la necesidad de una formación afectivo sexual, en concreto desde la edad escolar. En esta función los docentes tienen un papel importante, y deben ser educados a su vez desde su formación inicial. En este trabajo se plantea un estudio de las ideas previas de este profesorado en formación con el objetivo de reforzar una educación afectivo sexual encaminada a reducir falsos mitos y ayudar a establecer relaciones igualitarias e las que el desenlace de la violencia de género que se asocia a estas relaciones desiguales.

La innovación docente también es posible en el ámbito de la Criminología. Primero, se debe comprender cuáles son las funciones de un criminólogo, y para ello debemos ofrecer una definición actualizada de "Criminología", una ciencia multidisciplinar en constante evolución. Se analizará el papel de las nuevas tecnologías y su impacto en la docencia de esta materia, que abarca numerosas ramas del conocimiento. La crisis sanitaria ha significado la evidencia de la necesidad de fomentar el estudio y aplicación de las nuevas herramientas que nos proporcionan los avances tecnológicos. Y, por otro lado, los estudios de Criminología permiten que los profesionales puedan hacer frente a una serie de delitos que ahora vienen desde el ciberespacio. Una de las facetas de la Criminología donde pueden intervenir los criminólogos es en el derecho a la reeducación y reinserción. Para ello se deberá aunar el perfil docente y criminológico, dentro de sus diferentes especialidades. Debemos también tener en cuenta que la educación supone una herramienta esencial para la prevención. Una de las esferas donde pueden intervenir este tipo de profesionales es en el ámbito educativo. Los criminólogos tienen un papel fundamental en el sistema educativo, dado que una de las facetas de la Criminología es la prevención del delito. Y una de las herramientas para la prevención es la educación en valores. La justicia restaurativa constituye otro mecanismo de intervención, facilitador del derecho a la reeducación y reinserción recogido en el artículo 25.2 de nuestra Constitución. Con todo ello, la Criminología debe adaptarse a la realidad social actual, como lo ha venido haciendo, pero aún le queda mucho camino por recorrer.

Durante años la cultura academicista ha sido la predominante en los centros educativos. La formación de futuros docentes estaba basada en estos parámetros. Se considera innovación la formación del profesorado en temas de convivencia, educación emocional y mediación para prevenir y resolver de manera pacífica situaciones de conflicto dentro de la escuela. Los programas educativos dirigidos a profesionales de la enseñanza inciden en la importancia de la alfabetización emocional y socioafectiva. El impacto en el alumnado cuando reciben formación en actitudes y valores procedentes de su profesorado de referencia es mucho mayor que si lo reciben desde otros ámbitos, debido a que es el entorno en el que se desenvuelven. La formación ideal es un conocimiento exhaustivo de las emociones y la regulación y control de las mismas, un estudio del conflicto y de las distintas formas de resolverlo de forma pacífica creando una cultura de paz, respeto y tolerancia. El estudio de la mediación escolar, las formas de acoso tanto reales como virtuales y la formación en empatía directa son imprescindibles en cualquier persona que se dedique a la educación (Morales y Caurín, 2018) También es muy importante la formación de equipos directivos que sepan dinamizar e impulsar estos programas (Alegría, 2019).