En la actualidad, el docente universitario con responsabilidad clínica se enfrenta a retos actuales con los estudiantes, que deben adquirir conocimientos teóricos relacionados con la patología y deben adquirir habilidades y competencias prácticas para atender a los pacientes en la práctica clínica. A pesar de algunos contenidos son, a priori relevantes clínicamente, puede no ser motivadores para los estudiantes. Este trabajo analiza esta situación con un problema de salud global como es la fisiopatología y manifestaciones podológicas de la obesidad. La tutorización de la práctica clínica consolida la adquisición de estos conocimientos a través de una fase previa de simulación clínica con casos clínicos reales desarrollados en centros sanitarios. La metodología mediante aprendizaje basado en problemas, talleres prácticos y mentoría personalizada por profesionales expertos permite la mejora en la adquisición de competencias genéricas propias de la patología, y fomentan el trabajo colaborativo e interdisciplinar. Algunos estudios señalan que se consigue una mejora significativa en las competencias clínicas de los estudiantes, mayor confianza en el abordaje del paciente con diagnóstico de obesidad, y mejor comprensión de la importancia del enfoque multidisciplinar. La tutorización práctica es fundamental para su desarrollo profesional y se percibe de manera positiva por el estudiantado. Estos enfoques docentes se alinean con la actual y creciente demanda social de profesionales capacitados para abordar las complicaciones podológicas de la obesidad, estableciendo un puente efectivo entre la formación académica y la práctica clínica real, preparando profesionales competentes para los retos sanitarios actuales y futuros.

La incorporación de metodologías docentes responde a la necesidad de transformar la enseñanza de la práctica clínica en la docencia universitaria. La enseñanza de la práctica clínica engloba la fascitis plantar, una patología prevalente del pie. En este contexto universitario, la docencia debe ir más allá de la transmisión de información, como protocolos y contenidos teóricos, para fomentar la evidencia científica. En este sentido, el estudiantado debe ser capaz de analizar críticamente dicha la evidencia científica para respaldar sus intervenciones, y esto requiere de estrategias y modelos educativos transmisivos. La lectura crítica y el análisis de artículos especializados se presenta como una metodología innovadora que favorece el razonamiento clínico, la toma de decisiones fundamentadas y un aprendizaje activo y significativo orientado a la práctica basada en la evidencia. Esta ponencia analiza cómo una propuesta docente basada en la lectura crítica de la evidencia científica aplicada al contexto cínico para promover en los estudiantes competencias de análisis, síntesis y valoración de la literatura científica. Además de favorecer la transferencia del conocimiento teórico hacia la resolución de problemas clínicos reales en ciencias de la salud. La selección adecuada de los contenidos y de la literatura científica mediante la dinámica de trabajo en grupo reducido, se desarrolla con una guía estructurada de lectura crítica: preguntas sobre diseño, muestra, intervención, resultados y aplicabilidad clínica. Las rúbricas de evaluación y el debate de casos clínicos en los que aplicar lo aprendido de la evidencia revisada se convierten en instrumentos de evaluación. Este enfoque se alinea con los principios de la innovación educativa al situar al estudiante en el centro del proceso formativo y promover competencias transversales como el análisis crítico, la comunicación y el trabajo colaborativo. Este modelo puede extenderse a otras patologías y especialidades, contribuyendo a consolidar una práctica profesional.

En la Educación Superior, adquiere un papel muy relevante que los estudiantes comprendan la relación entre la docencia y la actividad profesional futura. Está evidenciado que el aprendizaje basado en casos clínicos se presenta como una metodología innovadora que favorece la integración de conocimientos, estimula el razonamiento crítico y permite al alumnado enfrentarse a situaciones reales o simuladas, ofreciendo así una experiencia formativa más participativa y significativa. Esta propuesta se ha centrado en el abordaje de la menopausia y sus repercusiones directas en la biomecánica del miembro inferior, para comprender esta patología desde una perspectiva de género. Teniendo muy presente que estos efectos condicionan la calidad de vida y requieren un abordaje integral desde las Ciencias de la Salud. Con este trabajo se pretende presentar una propuesta docente innovadora basada en casos clínicos para la enseñanza para favorecer el aprendizaje activo y significativo de los estudiantes mediante la resolución de situaciones clínicas reales o simuladas. Todo ello, promoviendo la integración de conocimientos teóricos y prácticos en el ámbito de la podología, fisioterapia y ciencias de la salud. En esta metodología se diseñan casos clínicos con la experiencia vivencial y colaboración de pacientes reales con dicha patología y afectación podológica. Se desarrolla mediante una dinámica en el aula, con grupos pequeños de estudiantes analizan y resuelven el caso. Con ello, se consigue fomentar la búsqueda de información científica actualizada, y una puesta en común y debates dirigidos por el docente. Algunos instrumentos de aprendizaje incluyen el uso de historias clínicas simuladas, el apoyo con material audiovisual, o la integración de cuestionarios de autoevaluación y rúbricas para valorar competencias clínicas adquiridas. En conclusión, el aprendizaje basado en casos clínicos es una metodología eficaz e innovadora que permite potenciar la formación integral del alumnado, combinando conocimientos científicos con habilidades prácticas.

El aula invertida es una estrategia pedagógica innovadora en la formación en Ciencias de la Salud. Su implementación en la docencia clínica busca promover el aprendizaje activo, la autonomía del estudiante y la integración práctica de los conocimientos clínicos. Sin embargo, los resultados y experiencias reportadas son heterogéneos, lo que justifica una reflexión y el aporte de evidencias que lo respalden. Con este planteamiento docente se ha pretende analizar la aplicación del aula invertida en contextos de docencia clínica, poniendo en valor los beneficios, limitaciones y percepciones de estudiantes y profesionales de la salud. La literatura docente señala que existe, desde hace ya años, una tendencia creciente en la implementación del aula invertida en contextos universitario como el Grado en Medicina, Grado en Enfermería y otras disciplinas de Ciencias de la Salud. Numerosos autores reportan mejoras en la participación, mayor satisfacción estudiantil y mejor desempeño en evaluaciones formativas. Sin embargo, se señalaron desafíos vinculados con la preparación previa del alumno, la capacitación docente y la necesidad de recursos tecnológicos adecuados. Debemos destacar que los hallazgos evidencian el potencial del aula invertida para fortalecer competencias clínicas y promover un aprendizaje significativo. No obstante, la heterogeneidad en los diseños de estudio y la ausencia de evaluaciones longitudinales limitan la generalización de los resultados. A pesar de esta evidencia, señalamos que el aula invertida en la docencia clínica constituye una estrategia prometedora que favorece la interacción y el aprendizaje autónomo. Es necesario continuar con la consolidación de dicha evidencia y para ello debemos seguir investigando su impacto en contextos diversos y diseñar intervenciones pedagógicas sostenibles que potencien su efectividad en la educación en ciencias de la salud, a través del método científico.