En la actualidad, uno de los principales retos que debemos de afrontar en las aulas es ser capaces de conseguir captar la atención del alumnado, enganchándolo para que se vincule con la materia transmitida, no sólo para lograr superarla si no para consolidar los conocimientos que le serán de utilidad en su posterior desarrollo profesional. El uso de dispositivos móviles, ordenadores, etc., si bien puede ser un factor que facilite el acceso a información, también es una fuente de distracción importante. Además, nos encontramos ante una generación que está acostumbrada a una inmediatez en los resultados. Todo lo que buscan está al alcance de forma rápida, lo que les hace proclives a perder la capacidad de atención frente a las metodologías más tradicionales del aula. Por otra parte, debemos erradicar la idea de que todo tiempo pasado fue mejor, y poner de nuestra parte para renovarnos frente a un alumnado que dista mucho del que llenaba las clases hace una década. Se necesitan, por tanto, nuevas metodologías docentes que, aprovechando los recursos que nos brindan las universidades, nos permitan volver a atraer la atención de un alumnado al que podemos considerar nativo digital. Un alumnado que presenta nuevas capacidades e intereses, mucho más interesado en resolver problemas reales o donde vean una recompensa inmediata de su esfuerzo, pero también caracterizado por una mayor tendencia a la distracción cuando las tareas no le resultan atractivas. Desde hace muchos años la universidad ha ido incorporando, a la par que las nuevas plataformas digitales, un mayor interés docente por la innovación en el aula. Cada vez más son los profesores y las profesoras que se aventuran a incorporar nuevas estrategias de enseñanza. En una disciplina como es la asociada al mundo empresarial, donde la aplicabilidad es inmediata en muchos de los casos, emplear métodos como aprendizaje basado en proyectos, clases invertidas, entornos de enseñanza flexible, etc., son cada vez menos ajenos pero distan aún de los niveles de implantación que cabría esperar. En este sentido, debemos ser conscientes que no estamos solos en este proceso de acercamiento al alumno, sino que existen muchas experiencias que se pueden extrapolar o pueden complementar aquellas que ya empleamos en clase. Por ello, el objetivo de este simposio es mostrar, tanto las bases que nos pueden ayudar a comprender las aproximaciones que justifiquen la adopción de una metodología, como las propias experiencias o propuestas de futuro de otros docentes que nos permitan incrementar la atención, la implicación y el compromiso del alumnado con la materia de forma constante, con la finalidad de mejorar los resultados obtenidos en términos de aprendizaje, de las propias calificaciones, pero también de satisfacción tanto del propio alumnado como de los docentes implicados.