Desde su introducción por vez primera en el Informe Brundtland (1987), la sostenibilidad no ha hecho sino incrementar su relevancia en todos los ámbitos y sectores de actividad, gracias a su carácter transversal e inspirador del crecimiento económico. Ello no ha sido indiferente al Derecho Financiero y Tributario, que como área de conocimiento, ha acogido décadas de entrega al estudio de esta materia a través de la fiscalidad ambiental o de las finanzas sostenibles. En la actualidad, podría decirse que la sostenibilidad tiene un papel protagonista en el mundo del Derecho, y especialmente en el sector privado, donde empresas y despachos de abogados buscan profesionales con competencias en este aspecto, para recibir asesoramiento –e incluso, formación– en la implementación de los criterios ESG en su actividad, así como en la toma de decisiones desde el punto de vista fiscal, y en general, en el desarrollo de una estrategia alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, o las políticas medioambientales de la Unión Europea. Partiendo del contexto descrito y siendo conscientes de las necesidades formativas del estudiantado, en lo que a la demanda de competencias profesionales en materia de sostenibilidad se refiere, el objetivo de esta ponencia será realizar una propuesta docente para la asignatura de Planificación fiscal, impartida en el Grado en Derecho de la Universidad de Málaga. Dicha propuesta consistirá, por un lado, en la inclusión de un bloque en la asignatura dedicado a la sostenibilidad tributaria, y, por otro lado, en un modelo de enseñanza de dicho bloque basado en la introducción de la perspectiva profesional en la docencia a través del método del caso.

La integración de la economía conductual con las aplicaciones tecnológicas que influyen en el comportamiento de los contribuyentes es esencial en el Derecho Tributario. Esto permite a los futuros profesionales del Derecho comprender las dinámicas psicológicas y tecnológicas que subyacen a dicho comportamiento. En un contexto donde el análisis tributario está cada vez más influido por tecnologías emergentes, es imprescindible que los juristas en formación adquieran competencias para llevar a cabo un análisis crítico de los algoritmos que podrían automatizar las decisiones en este ámbito. La enseñanza de estos conceptos no debe limitarse a la maximización de la eficiencia recaudatoria, sino que también debe incluir una reflexión crítica sobre la justicia en el uso de dichas tecnologías. El aula debe convertirse en un espacio donde los estudiantes desarrollen una conciencia ética en torno a los riesgos de discriminación algorítmica y a la falta de transparencia en el manejo de los datos de los contribuyentes. Por ello, resulta imperativo incluir estos temas en la formación de los futuros juristas para capacitarlos en la gestión de los desafíos contemporáneos, fomentando tanto la eficiencia fiscal como el respeto por los derechos fundamentales y la justicia tributaria. Así las cosas, sostenemos que la formación de los estudiantes en la intersección entre economía conductual, tecnología y ética garantizará que los futuros profesionales del Derecho diseñen políticas fiscales que fortalezcan la confianza en el sistema, asegurando su sostenibilidad y justicia. Asimismo, creemos que aquellos que decidan defender los intereses de los contribuyentes deben conocer en profundidad las herramientas tecnológicas empleadas en el ámbito fiscal, así como sus limitaciones legales, para ejercer su labor con plena conciencia de las implicaciones éticas y jurídicas que conllevan.

La irrupción de las nuevas tecnologías ha supuesto un punto de inflexión ya no sólo en la formación tributaria sino en la propia concepción del cumplimiento voluntario. Las nuevas estrategias de enseñanza deben ayudarse de las nuevas herramientas que la inteligencia artificial nos proporciona: ética, tecnología y educación tributaria. Integrar esta triada en las aulas es un esfuerzo necesario e imprescindible para alcanzar los nuevos retos de una era en la que la enseñanza, dirigida mayoritariamente a una generación conocida como nativa digital debe aprender a desarrollar una opinión crítica y consciente de sus derechos y obligaciones tributarias. ¿Qué papel juegan la ética y el bien común en el deber del cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias? ¿Es realmente posible instar a una conciencia y moral tributarias desde el aula? ¿Es el uso actual de la inteligencia artificial (IA) por la Administración Tributaria un ejemplo de transparencia y sostenibilidad para los alumnos? ¿Cómo aunar ética e IA en la enseñanza de la materia de Derecho Financiero y Tributario? Intentar dar respuesta a todas estas cuestiones será una tarea en la que deberá primar un enfoque metodológico y estratégico que permita a los alumnos, a raíz de casos concretos, extrapolar los verdaderos límites de la ética en la relación de la Administración con los obligados tributarios; acercándoles a las consecuencias de la interacción de una materia ya familiar para ellos, como es la IA, y el resultado que esta provoca en los derechos y garantías de los contribuyentes.

Es fundamental abordar la correlación entre la ética y la sostenibilidad dentro de la enseñanza del Derecho Financiero y Tributario. Por este motivo, las pensiones públicas han de ser tratadas desde un punto de vista ético y sostenible. Las pensiones públicas forman parte del gasto público en nuestro sistema tributario actual, dentro de los Presupuestos Generales del Estado. Se ha de subrayar la importancia de explicar en nuestras asignaturas al alumnado, de todas las edades, el sistema actual de pensiones públicas, el cual es insostenible. El actual envejecimiento poblacional y la jubilación de la generación del “baby boom”, es decir, de los nacidos entre 1958 y 1975, agudiza el problema de la sostenibilidad de las pensiones, al menos, tal y como lo entendemos ahora. Desde un punto de vista ético, el profesorado y el alumnado podrían abordar soluciones alternativas a la sostenibilidad del sistema, buscando desde el ingreso público, una viabilidad para que dicha generación pueda disfrutar de una pensión digna durante su jubilación. Por ejemplo, se podría hacer en clase un estudio de nuestro sistema tributario actual para poder lograr así la sostenibilidad futura del sistema de pensiones español, no sin olvidar, el punto de vista ético de aquella generación que tan duramente ha trabajado y ha cotizado al sistema durante tantos años.