El trabajo social desempeña un papel fundamental en la promoción de la participación ciudadana y el desarrollo de las comunidades. La docencia universitaria en trabajo social juega un papel crucial al formar a profesionales capaces de promover nuevas metodologías que potencien la participación social. Dos de estas metodologías se refieren, por una parte, al asociativismo municipal que es la creación y funcionamiento de organizaciones subnacionales que abordan diversas problemáticas sociales, facilitando la creación de redes de colaboración entre los diferentes actores involucrados, por otra parte, la contraloría social que implica el control y fiscalización de las políticas y programas públicos por parte de la ciudadanía. La formación integral e innovadora en trabajo social es fundamental para capacitar a los futuros profesionales en la promoción de la participación ciudadana. Esto es especialmente relevante para comunidades que enfrentan crisis de representatividad y participación. Por ello, es importante dotar a estas comunidades de conocimientos y habilidades sobre sus derechos y responsabilidades, con el fin de facilitar su participación en la evaluación de políticas públicas, fortalecer la transparencia en la gestión pública y fomentar la creación de redes de colaboración entre los diferentes actores involucrados en estas iniciativas. En cuanto a la propuesta de docencia universitaria, fundamental resulta que los programas de formación en trabajo social incluyan asignaturas y prácticas que profundicen la participación. Esto implica brindar a los estudiantes conocimientos teóricos y prácticos sobre estos temas, así como fomentar su capacidad de análisis crítico y su habilidad para trabajar en equipo.

La presente ponencia aborda la relevancia del Trabajo Social y la implementación de prácticas reflexivas en este campo, desde una perspectiva académica crítica. Inicialmente, se destaca la función del Trabajo Social como una disciplina que aporta comprometidamente en la promoción del bienestar y la justicia social, enfatizando su papel en la intervención y apoyo a individuos, familias y comunidades en situaciones de vulnerabilidad. La ponencia subraya la necesidad de que los profesionales del Trabajo Social adopten una postura crítica y reflexiva en su práctica cotidiana. En el contexto académico, se plantea una crítica a las tendencias en la formación profesional que priorizan la competencia técnica sobre la reflexión crítica, argumentando que esto puede limitar la capacidad de los trabajadores sociales para adaptarse y responder a contextos complejos y cambiantes. Se enfatiza la importancia de incorporar metodologías de enseñanza que promuevan el pensamiento crítico y la autoevaluación continua y fomenten la reflexión profunda sobre los valores, éticas y dinámicas de poder que subyacen en las intervenciones, preparando a los futuros trabajadores sociales para enfrentar los desafíos éticos y prácticos de su labor. Lo anterior plantea un desafío para la academia, que debe asumir un papel activo en la transformación del Trabajo Social, integrando prácticas reflexivas como un componente central en la formación y desarrollo profesional, con la finalidad de que los profesionales cuestionen y comprendan las estructuras sociales que perpetúan la desigualdad, favoreciendo una intervención más consciente y situada.

La formación ética durante la etapa universitaria debe facilitar que las estudiantes de Trabajo social comprendan la naturaleza inherentemente moral de la práctica y las ambigüedades que se derivan de ella. Atendiendo a este objetivo, la propuesta del Laboratorio de ética en el contexto de la asignatura de Trabajo social con grupos de la Universidad de Barcelona supone una innovadora forma de entender los fines y objetivos de la formación ética, empleando metodologías docentes que fomentan una actitud crítico- reflexiva en un contexto dialógico y deliberativo. Se presentan los resultados en un estudio cualitativo sobre la enseñanza de la ética profesional aplicada al Trabajo social grupal. Los datos se obtuvieron mediante un cuestionario de valoración tras el desarrollo de las dos sesiones del Laboratorio de ética previstas para el curso académico 2023-2024. En total, participaron en el estudio 34 estudiantes: 30 mujeres y 4 hombres de edades comprendidas entre los 19 y los 51 años. La observación durante las sesiones evidenció cómo, ante a la exposición a problemáticas éticas vinculadas a la integridad profesional, la confidencialidad o la asimetría de poder, las estudiantes no estaban preparadas para hacer frente a las incertidumbres, por lo que cabe seguir investigando sobre la formación ética durante la etapa universitaria. Las conclusiones e implicaciones son de utilidad para los investigadores, docentes y profesionales del Trabajo social.

El Trabajo Social mantiene un diálogo constante con la realidad social para la búsqueda y generación de soluciones efectivas ante las complejidades que rodean a los procesos y dinámicas relacionadas con la exclusión social. De esta forma, va construyendo espacios de saberes compartidos en los que confluyen conocimientos y prácticas procedentes de los distintos actores comprometidos con la inclusión social plena de todas las personas. Entre estos espacios, en esta ponencia se presenta la Cátedra universitaria de Inclusión social, concebida como estructura estable de colaboración entre la Universidad de Málaga y el Ayuntamiento de Málaga para el avance hacia el conocimiento y abordaje de los procesos de exclusión e inclusión social a partir del trabajo conjunto entre personas de la comunidad universitaria (docentes, investigadoras y alumnado) y los profesionales de los servicios sociales municipales. Desde su creación en 2022, sus objetivos principales se han dirigido a investigar sobre las causas y consecuencias de la pobreza y la exclusión social; proporcionando la información necesaria para la toma de decisiones en la planificación e intervención social; prestando apoyo técnico a instituciones y colectivos en materia de inclusión social; a la vez que desarrollando estudios e investigaciones que mantienen actualizado el diagnóstico social de la ciudad de Málaga. De manera paralela se colabora en la formación de los/as trabajadores/as sociales, psicólogos/as y educadores/as sociales de Servicios Sociales y en la del alumnado de los grados y másteres relacionado con la intervención social.

La ponencia presenta la metodología de enseñanza-aprendizaje aplicada en el Grado de Trabajo Social, concretamente en la asignatura de Trabajo Social con comunidades. El alumnado durante la asignatura realiza prácticas en barrios y/o municipios de reducida población en conexión con líderes autóctonos, asociaciones, profesionales y entidades. La adquisición de capacidades, habilidades y destrezas a través de las prácticas permiten la comprensión del marco conceptual y territorial específico, la aplicación metodológica en y desde diferentes organizaciones y espacios profesionales, así como la aplicación de principios y estrategias de resolución de dilemas éticos; facilitando de esta forma la adquisición de competencias profesionales en el Trabajo Social Comunitario. La ponencia presenta los resultados derivados de la aplicación durante más de dos décadas de la aplicación de la metodología docente. Concretamente, los procesos de aprendiza del alumnado derivados de su inmersión en los territorios, diseño instrumentos de recogida de datos, análisis de narrativas, elaboración de diagnósticos comunitarios y diseño de escenarios colectivos. Se presenta las rúbricas de evaluación de competencias y habilidades y de satisfacción utilizadas. Un enfoque competencial del aprendizaje (también denominado “experiencias de aprendizaje”) que pone el acento en los procesos de aprendizaje significativo, colaborativo-cooperativo, continuo y transformador a partir de una multiplicidad de recursos y actividades abiertos a la interacción con entornos concretos y con la ciudadanía real.