La generación cristal (sociológicamente llamada Z), adolescentes nacidos +/- 5 años en torno al año 2000, se caracteriza por ser nativa digital, con lo que eso comporta en el ámbito de su aprendizaje en el aula. A esa característica ha venido a añadirse el impacto que sobre distintos momentos de su escolarización tuvo el aislamiento provocado por la pandemia de COVID de 2020. Ese es nuestro campo de estudio, aunque con particulares características en el contexto de los estudios de grado en Derecho. Por esa razón el grupo que coordino ha aplicado sobre ese colectivo en UIC Barcelona una innovación educativa en relación con su capacidad para reflexionar sobre sus objetivos de todo tipo (formativos, personales y sociales) y planificarlos de forma eficaz. La metodología pasa por la utilización de lo que la más rigurosa bibliografía en la materia considera fundamental: escribir manualmente ordena el cerebro y la utilización de pantallas puede alterar los ritmos circadianos del individuo. Al análisis de las características del grupo con el que se realizó la investigación, de los resultados obtenidos y de las implicaciones que tuvo para cursos posteriores, se dedican las ponencias del resto de los miembros del simposio, aunque sus respectivos apartados están mutuamente implicados y operan retroalimentándose.

En primer lugar, se describe el universo sobre el que se ha aplicado la investigación: los alumnos del grado en Derecho. Para ello, se realiza una mínima descripción de las características del método de estudio de UIC Barcelona en general (personalización, tutorización) y de la Facultad de Derecho en particular. Se explican los objetivos pedagógicos y de evaluación generales, haciendo énfasis en los estudiantes de primer curso, quienes han sido el foco principal del estudio. En segundo lugar, se describirán las carencias que nos ha inducido a llevar a cabo la experimentación, particularmente pensada para los alumnos de primer curso, pero que, para que el análisis tuviera grupos de contraste, ha implicado también al resto de cursos. Dichas carencias giran fundamentalmente en relación a su escasa capacidad para concentrarse, el uso, no permitido, de móviles en el aula, su dificultad para comprender los parámetros en los que se plantea un problema jurídico, el crítico nivel de comprensión lectora y una deficiencia general en la capacidad para exponer por escrito respuestas a problemas planteados.

El proyecto "In Time" consistió en incentivar a los estudiantes de Grado en Derecho para que incorporaran en su día a día el uso de una herramienta de planificación que era un híbrido entre la agenda y libro diario. En el trabajo se explicarán las varias fases del proyecto en un curso académico, que incluyeron la parametrización de la investigación y el control de resultados. Se incentivó a los voluntarios a participar, quienes recibieron asesoramiento a través de una master class presencial y un seguimiento en línea mediante "píldoras" informativas. Estas incluían instrucciones para la realización de actividades y sesiones de motivación. Se controlaron los datos suministrados por los estudiantes implicados a través de dos niveles: uno telemático general y otro aleatorio manual. Se aplicaron incentivos en los casos acordados, conforme a los compromisos asumidos. El estudio final, elaborado por otros miembros del grupo, distingue los resultados entre los diferentes cursos y las habilidades previas de cada estudiante. La formación preuniversitaria mostró un efecto relevante, aunque no exclusivo, sobre la eficacia del aprendizaje a partir de las propuestas realizadas.

Se describirán las dificultades del proyecto y de la implementación de la primera de sus consecuencias: cada nuevo primer curso ya no podrá utilizar pantallas de ningún tipo en el aula, excepto que de manera excepcional se autoricen para la realización de alguna actividad que requiera de las plataformas tecnológicas. Lo que significa que en ningún caso se niega la conveniencia de su uso, sino que se pretende recordar que ciertas competencias solo se adquieren cuando son capaces de utilizar la caligrafía manual. El hecho de que las medidas de supresión de pantallas solo puedan tomarse desde primer curso está relacionado con el hecho de la habituación de los estudiantes a ciertos modelos, que en general giran en torno a plataformas docentes on line, que les requieren el uso constante de smartphones, tabletas y portátiles. Que el pacto educativo previamente establecido con cursos en los que las pantallas ya existían y ya estaban acostumbrados a esa metodología docente redundaba en un mantenimiento de la autoridad del profesor en el aula. Pero como quiera que el objetivo secundario era la deshabituación de aquellos estudiantes que en el aula se manifestaban adictos a su uso, el proyecto abarcó todos los cursos, con la paradójica conclusión de que la planificación no tenía siempre que ver con el uso de pantallas, sino con el contemporáneo hábito de los estudiantes en la lecto-escritura manual.

Se explicará con detenimiento, una de la consecuencias que se derivaron de los resultados obtenidos: Una de las herramientas más eficaces de aprendizaje de estas competencias es la realización de trabajo social en entornos de aprendizaje en la vida social real acompañado de metodologías que introduzcan al estudiante en procesos de reflexión sobre la experiencia que están viviendo. La implicación de las entidades sociales y su trabajo colaborativo con la universidad permite que el estudiante trabaje estas competencias en ámbitos reales, enfrentándose a necesidades sociales. Las propias entidades sociales son las que evalúan el desempeño del trabajo social del estudiante y la universidad evalúa el diario reflexivo elaborado por el estudiante. Este diario incluye una interesante reflexión sobre los aprendizajes que ha supuesto esta práctica. El diario reflexivo es una metodología que ayuda a que la experiencia solidaria vaya dejando huella en el estudiante. El estudiante va haciendo también una autoevaluación cualitativa del proceso de adquisición de la competencia. Junto con el trabajo solidario, y en relación con los resultados obtenidos en la investigación, se han generado otras actividades en el contexto universitario que han ido más allá de la propia Facultad de Derecho, el llamado "core curriculum" universitario, que trabaja la competencia humanística y la capacidad de reflexión del estudiante como se explicará en la ponencia.